Ingredientes:

Para las patatas

  • 1 kg de patatas
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Para la salsa brava

  • 2 dientes de ajo
  • 1 cebolla
  • 2 pimientos choriceros
  • 1 cucharada de pimentón dulce
  • 1/2 cucharadita de pimentón picante
  • 1 hoja de laurel
  • 400 ml de caldo de pollo
  • 200 ml de tomate frito
  • Sal
  • Pimienta negra
  • Aceite de oliva virgen extra

 

Preparación:

  1. Patatas:
    • Pelar las patatas y cortarlas en cubos de tamaño mediano.
    • Freír las patatas en abundante aceite caliente hasta que estén doradas y crujientes. Escurrir sobre papel absorbente.
  2. Salsa brava:
    • Sofreír el ajo y la cebolla picados en aceite de oliva.
    • Añadir los pimientos choriceros hidratados y sin semillas, el pimentón dulce y picante, y la hoja de laurel.
    • Verter el caldo de pollo y el tomate frito. Cocinar a fuego medio durante unos 20 minutos, o hasta que la salsa espese.
    • Triturar la salsa con una batidora hasta obtener una textura suave.
    • Rectificar el sabor con sal y pimienta.

Consejos:

  • Patatas: Para conseguir unas patatas más crujientes, puedes freírlas en dos tandas: una primera vez a temperatura baja para cocinarlas por dentro y una segunda vez a temperatura alta para dorarlas.
  • Salsa brava: El nivel de picante de la salsa lo puedes ajustar a tu gusto, añadiendo más o menos pimentón picante.
  • Acompañamiento: Las patatas bravas suelen servirse con alioli, pero también puedes acompañarlas con mayonesa casera o una salsa romesco.

Origen y evolución:

Las patatas bravas son una tapa española muy popular, aunque su origen exacto es desconocido. Se cree que surgieron en Madrid a principios del siglo XX en los bares de los barrios obreros. Inicialmente, las patatas se servían simplemente fritas y se acompañaban de una salsa picante a base de tomate. Con el tiempo, la receta ha evolucionado y se han añadido nuevos ingredientes y elaboraciones, como la salsa brava que conocemos hoy en día.