Los calçots a la brasa son una auténtica joya de la gastronomía catalana, originarios de la ciudad de Valls. Esta variedad de cebolla tierna, cultivada de forma tradicional, se transforma en un manjar irresistible cuando se cocina a las brasas.

Ingredientes:

  • Calçots frescos
  • Leña de sarmiento (o carbón vegetal)
  • Sal
  • Salsa romesco (opcional)

Preparación:

  1. Limpieza: Retira las hojas verdes de los calçots y corta la raíz.
  2. Preparación de la brasa: Enciende la leña de sarmiento en una parrilla o barbacoa. Es importante que las brasas estén bien encendidas y con un buen calor.
  3. Cocción: Coloca los calçots directamente sobre las brasas, cuidando de que se cocinen de forma uniforme por todos los lados. El tiempo de cocción dependerá del tamaño de los calçots, pero suele ser de unos 15-20 minutos.
  4. Presentación: Una vez cocidos, retira los calçots de la brasa y sírvelos inmediatamente.

Consejos:

  • Elección de los calçots: Los calçots deben estar frescos y tener un color blanco brillante.
  • Salsa romesco: La salsa romesco es la acompañante perfecta para los calçots. Se trata de una salsa elaborada a base de almendras, avellanas, tomate, pimiento rojo y otros ingredientes.
  • Otras opciones: Además de la salsa romesco, los calçots también se pueden acompañar con alioli o simplemente con sal.

Origen y evolución:

El cultivo de los calçots se remonta a siglos atrás en la zona de Valls. Su nombre proviene de la técnica de cultivo tradicional, que consiste en «calçar» la planta con tierra para obtener un tallo blanco y alargado. Con el tiempo, los calçots se han convertido en un símbolo de la gastronomía catalana y se celebran cada año con las famosas calçotadas.